Hemos visto en algunas ocasiones la facilidad con la que podemos contribuir a sanear nuestro medio ambiente con tan solo unos pequeños gestos cotidianos. Además de otros factores, el ahorro energético y la electricidad son imprescindibles a tener en cuenta a la hora de evitar la contaminación ya que, junto al humo que desprenden los coches, son algunos de los factores que más contaminan nuestro entorno.

Los niños también pueden colaborar en conservar el medio ambiente

Cada día se habla mucho más sobre la contaminación y el respeto al medio ambiente en las escuelas, colegios e institutos, pero parece ser que todos creemos que esta labor es únicamente para los adultos, pero no es así. Si concienciamos a nuestros hijos desde pequeños sobre lo que supone la supervivencia del planeta tierra para nosotros, y lo que conlleva el acto de contaminar la naturaleza, nuestros niños se convertirán en jóvenes responsables con su entorno.

Por ese motivo ellos también deben ayudarnos a cuidar el medio ambiente de las garras de la contaminación.

 

Maneras en que los niños pueden ayudar

Como hemos comentado, los niños también pueden y deben ayudar a conservar el medio ambiente. El mundo del futuro será para ellos y quien sabe en qué condiciones se pueden encontrar el medio ambiente. Por este motivo, para poder concienciarnos y concienciarles sobre un uso responsable de ciertos útiles, herramientas y tecnologías, hoy vamos a contaros de qué manera sencilla podemos, tanto niños como adultos, contribuir a sanear y conservar nuestro medio ambiente.

  • Usemos pilas recargables.

Lo más idóneo sería evitar el uso de pilas. Éstas se componen de una serie de sustancias, de las cuales detectamos algunas altamente tóxicas para los mamíferos, seres humanos y flora de la tierra. Si no puedes evitar el uso de pilas puedes utilizar pilas recargables, las cuales cuanto más las uses más reducirás el riesgo de contaminación. Uses las pilas que uses, una vez finalizado su ciclo de vida, deposítalas en un lugar apropiado para desechar las pilas ¡No las tires a la basura normal!

 

  • Las luces, mejor apagadas.

Con las bombillas antiguas, gran parte de la electricidad se desperdiciaba. Un poco al generarla en la central eléctrica, otro en el trayecto y muchísimo al convertirse en luz. Para realizar ese proceso la bombilla generaba calor, mucho calor. Así que la electricidad, al final de su viaje de transformación era un 90% derrochada, solo un 10% se convertía en luz realmente.

Para encender una sola bombilla de 100 vatios durante 12 horas, era necesario quemar 200 kilos de carbón, produciendo de esta manera unos 400 quilos de gases nocivos para nuestro medio ambiente.

Hoy en día no es tanta la energía que se pierde gracias a las bombillas fluorescentes, de bajo consumo y, sobre todo las bombillas led que duran muchísimo más que las bombillas tradicionales ya obsoletas. Las bombillas led pierden solamente un 2% de energía para generar luz y duran hasta 70000 horas, unos 50 años.

Sin embargo esto no es suficiente, el hecho de generar luz implica una considerable contaminación para nuestro ecosistema debido a que debemos gastar recursos de la tierra que deben pasar por ciertos procesos, a veces altamente contaminantes, para generar energía. Por ese motivo, lo aconsejable sería apagar las luces que no son necesarias.

Si no estamos en un lugar no tiene por qué permanecer la luz encendida, si no vemos la tele no tiene por qué estar activa, etc. Ese es el granito de arena que podemos aportar que a su vez nos ayudará a ahorrar.

 

  • Lo mejor un buen jersey.

Podemos enchufar la calefacción si tenemos frío, pero con moderación. A más grados en nuestro termostato, más necesita el aparato de climatización para mantener la temperatura deseada, produciendo así el consiguiente gasto energético. Además, cuanto más contraste haya con respecto a la temperatura exterior, mayor gasto de luz en tu hogar.

Hoy en día, la mayoría de los aires acondicionados tienen una gestión de la energía aceptable que es fácil de comprobar leyendo la etiqueta de eficiencia energética con la que actualmente vienen de fábrica todos los electrodomésticos. La mayor eficiencia energética en un aparato electrodoméstico como los aires acondicionados viene reflejada por la letra A seguida de tres signos de suma, es decir A+++.

Sin embargo, al igual que en las bombillas, evitar un uso inapropiado del aire acondicionado y el climatizador, además de colaborar en la conservación de nuestro medio ambiente, también generaremos un considerable ahorro en la factura de la luz.

Así que es mucho más adecuado enchufar el termostato a una temperatura en la que, con un jersey puesto, no tengamos frío en invierno y no sea necesario ponernos chaqueta en verano.

 

  • Cierra la nevera nada más abrirla.

La nevera es uno de los aparatos eléctricos que más consume en nuestro hogar. Para generar frío y mantenerlo precisa de mucha energía. Somos capaces de abrir la nevera al menos unas 22 veces al día, cerca de unas 8000 veces al año.

Cada vez que abrimos la nevera el frío sale fuera para mezclarse con el calor del ambiente, que es el que ocupa el espacio del frío perdido de la nevera, así que una vez cerrada, la nevera debe comenzar a generar el frío perdido.

Algunos consejos que podemos darte para conservar la nevera fresquita sin necesidad de consumir mucha energía son los siguientes:

.Mantén la nevera lo más llena posible, los alimentos del interior conservan mejor el frío que si estuviera vacía.

.Utiliza el regulador que hay en el interior de la nevera para subir o bajar el frío según las necesidades de cada momento. De esta manera evitarás que algunos alimentos se congelen dentro de la nevera, a veces pasa.

.Las neveras, en la parte trasera, tienen lo que se denomina serpentines. Son unos tubos en espiral o zig zag encargados de expulsar el aire caliente del interior. Es aconsejable limpiar el polvo que se genera en los serpentines de vez en cuando. Los serpentines no hacen bien su trabajo con polvo.

.Abre la nevera solamente cuando sea necesario.

.Piensa qué vas a coger antes de abrir la nevera y ciérrala inmediatamente, no la mantengas abierta. La cantidad de electricidad que necesita la nevera para volver a generar el calor es muchísima.

 

Estos pequeños consejos son algunos de los pequeños granitos de arena que podemos enseñar a los más pequeños para que ellos puedan contribuir con la conservación del medio ambiente. Pudiendo ser conscientes del grave problema que tenemos de cara a un futuro. Si no somos responsables difícilmente podremos respirar aire puro en un futuro, será complicado encontrar agua potable y el hecho de vivir en el planeta tierra se convertirá en una odisea. Por eso debemos hacer conscientes a nuestros hijos de la importancia de respetar nuestro planeta, porque el futuro es de ellos, y ellos tendrán que vivir las consecuencias del derroche energético si no se ponen medios en cuanto antes.

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